San Pedro Sula, 08 de agosto 2023

Cada vez que pienso en el doctorado, generalmente me viene la imagen de la fábula de un sapo que logró salir de un agujero del cual los otros sapos no podían lograrlo, cuando le preguntaron: ¿cómo lo logró? ¿Si había hecho mucho esfuerzo?, ¿practicado mucho?, ¿si se había alimentado de una manera diferente?, ¿cuánto había entrenado?, ¿cuántos entrenadores tuvo?, y le hicieron muchas interrogantes más, el sapo triunfador solamente contestó: “Soy sordo”. Por eso triunfó, porque no escucho a los demás sapos que solo croaban palabras negativas para que ningún otro sobresaliera con su propio esfuerzo.

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Al tener entre mis manos el título que me acredita como doctor, acompañado con un diploma de Magna Cum Laude, es un sueño hecho realidad. En la vida laboral me abrió puertas y oportunidades que no me imaginaba, la capacidad de productividad laboral obligaba a mis superiores a reconocer un conocimiento destacado en el logro de metas, con la característica de trabajo en equipo, aumentando mi rendimiento laboral, generé necesidades, enriquecí el puesto, se establecieron nuevos niveles de comunicación y compañerismo, el adquirir el doctorado me sirvió de “palanca” para impulsarme en todas las actividades que me he propuesto y las he logrado de una manera excelente. ¡Qué suerte tiene dirán algunos!

El adquirir un doctorado, significa ser un profesional que sabe crear información, emprender e innovar, proporcionándole una ventaja competitiva sobre los demás ya sean de candidatos y compañeros de trabajo o colegas empresarios por la resolución de problemas complejos tomando decisiones acertadas, si se dice que es de “pura suerte”, entonces suerte será la dedicación de tantas horas, días, meses o años, en la identificación de problemas y la búsqueda de solución sostenible desde diferentes perspectivas fundamentadas en información fiable y comprobada; porque un doctor es un investigador, se debe demostrar que conoce y que se cuenta con esta experiencia.

Desde que ingresa en el programa doctoral intrínsecamente se está fortaleciendo el carácter por interactuar con profesores teóricos y exigentes para su formación en el crecimiento del futuro doctor. Al mismo tiempo, en el papel de pertenecer a una organización se relaciona con jefes y compañeros que buscan impedir que otros se superen; Por otro lado, también en el ambiente social, incluso familiar, el doctorando hace frente a todo tipo de obstáculos físicos, emocionales e intelectuales. Todos estos obstáculos se presentan, sin embargo, al salir adelante puede hacer frente a cualquier situación adversa que se pueda presentar en las empresas y en cualquier ámbito; lo anterior nos prepara a no tener temor a ninguna dificultad o fracaso, lo vivido nos prepara para tener éxito.

El proceso de formación de un doctor adquiere una doble habilidad, una comodidad de trabajar en equipo, con un sentido de colaboración por el logro de imitar en conjunto y la habilidad de generar información nueva y creativa, añade valor a las actividades que desarrollan, se alcanzan estos niveles por lo competitivo por las exigencias a las que son sometidos y trabajan en un nivel de incertidumbre que minimiza los riesgos calculados que está dispuesto a asumir; esta ventaja en el ambiente laboral muy pocos la alcanzan, pero, para el doctor es algo inherente en él.

Los comentarios que he recibido de estudiantes que de una forma u otra he ayudado, dicen que la realidad es otra, que no se les contrata por estar “sobrecalificados” para un puesto, y por eso no mencionan su último título. Un doctor sabe que cualquier puesto es extenso y profundo, que nadie está sobre calificado para tal magnitud. Cuando un doctor participa en un concurso laboral previamente indaga sobre la empresa, su cultura organizacional, ambiente laboral y la forma de trabajar; con esta información este doctor le proporciona al empleador un panorama de crecimiento empresarial, creando las expectativas de la necesidad de contratación, con esto está acortando la brecha entre un profesional sobre calificado y uno con empatía y cercanía a los objetivos empresariales.

Al obtener un doctorado que es un logro académico significativo que requiere mucha dedicación, investigación y compromiso académico. Es el pináculo del logro educativo, un doctorado va más allá de los límites del conocimiento tradicional, profundizando en campos de estudio especializados. Si bien el camino hacia la obtención de un doctorado puede ser difícil, las ventajas laborales que conlleva son innegables e increíbles.

Una de las ventajas más destacadas de tener un doctorado es el nivel de experiencia y especialización que proporciona. Los candidatos al doctorado se someten a una formación e investigación rigurosas en un área específica, lo que les permite convertirse en expertos en la materia. Este nivel de especialización les brinda una ventaja competitiva en sus respectivos campos, lo que los convierte en profesionales buscados por empleadores y colegas por igual.

Con su conocimiento especializado, los titulares de doctorados a menudo se encuentran calificados para una amplia gama de oportunidades profesionales. Más allá de los roles académicos tradicionales, como la enseñanza y la investigación, pueden aventurarse en puestos de consultoría, formulación de políticas o liderazgo dentro de varias industrias. Muchas organizaciones valoran el pensamiento crítico y las habilidades de resolución de problemas que poseen los doctorados, lo que los convierte en activos valiosos en los procesos de toma de decisiones.

Siendo doctor puede llegar a obtener importantes recompensas financieras. Si bien los beneficios monetarios exactos pueden variar según el campo y la industria, las estadísticas muestran consistentemente que las personas con títulos de doctorado ganan más que aquellas con niveles de educación más bajos. Además, la experiencia especializada y las habilidades de liderazgo de los doctorados a menudo exigen salarios y paquetes de compensación más altos.

Los doctores muchas veces tienen la oportunidad de participar en proyectos de investigación de vanguardia y colaborar con destacados académicos e instituciones. Estas oportunidades de investigación les permiten contribuir al avance de su campo al mismo tiempo que mejoran su red profesional. Además, muchas becas de investigación y oportunidades de financiación están disponibles exclusivamente para personas con títulos de doctorado, lo que proporciona mayor alcance profesionalmente.

El ser doctor representa un logro académico importante y brinda prestigio y reconocimiento tanto en el ámbito académico como profesional. Los titulares de doctorados a menudo se consideran expertos en su campo y pueden recibir invitaciones a conferencias, charlas y colaboraciones, lo que fortalece aún más su reputación e influencia.

El cursar un programa de doctorado puede servir como catalizador para el avance profesional. Muchas organizaciones prefieren promover a personas con educación superior y experiencia, reconociendo su compromiso con el aprendizaje continuo y la dedicación a su campo. Como resultado, los doctores pueden ascender a posiciones de liderazgo y asumir roles con mayor responsabilidad e influencia.

A lo largo de su trayectoria doctoral, las personas interactúan con expertos, colegas y mentores en su campo. Estas oportunidades de creación de redes les permiten construir conexiones valiosas y acceder a una comunidad de apoyo de académicos y profesionales. La creación de redes puede abrir las puertas a la colaboración, las asociaciones de investigación y las oportunidades profesionales que pueden no estar disponibles para otros.

Un doctorado ofrece un sinfín de ventajas laborales que se extienden más allá del ámbito académico. Desde la experiencia especializada y las oportunidades profesionales ampliadas hasta el aumento del potencial de ingresos y la seguridad laboral, las personas con un doctorado están preparadas para el éxito en su vida profesional. Además, el crecimiento personal y la realización que conlleva la búsqueda de conocimientos avanzados hacen que el camino hacia la obtención de un doctorado sea una experiencia gratificante que cambia la vida. A medida que crece la demanda de profesionales altamente calificados y con conocimientos, el valor de un doctorado en diversas industrias y sectores sigue siendo incomparable.

Por: Adalid Medina Reyes, PhD.